Como un soplido de aire frío
así entraste en mi vida,
Soledad.
Apagada y sin ningún brío,
así, acabé, casi ida,
Soledad.
Oh, Soledad mía,
¿algún día te irás?
¿algún día te marcharás,
de noche o de día?
Oh, Soledad mía,
a veces te añoro,
rogando un poco de ti;
otras, solo quiero verte ir.
Porque, Soledad mía,
sé que eres,
mi sombra particular,
acompañándome,
hasta el fin de mis días.
Creativa
No hay comentarios:
Publicar un comentario